Lunes de Ktarsis: Drogas

 

Érase una vez sostenerle la mirada a una persona tratando de no reírte… hasta que finalmente alguien te hace notar que hace media hora que estás mirándote en el espejo con la boca abierta.

La partida de serio más intelectual de la historia.

A lo largo de nuestra historia, los seres humanos nos hemos asegurado de tener a disposición una cantidad saludable de substancias no saludables para llegar a “estados alterados de conciencia”… que es una manera elegante para decir que siempre nos ha gustado estar más colocados que un cobrador de peajes adicto a los psicofármacos.

Incluso existen teorías que señalan que los pasos importantes en nuestra evolución sólo se lograron cuando nuestros ancestros primates comieron hongos alucinógenos y habilitaron canales neuronales que hasta entonces no estaban siendo utilizados. Desde luego que esta teoría es controversial, y ampliamente debatida, en particular por los que señalan que si las drogas ayudasen a evolucionar a los primates, Diego Armando Maradona ya debería ser Premio Nobel en Astrofísica Cuántica.

Su teoría sobre levitar pelotas con la mente tiene cierto crédito.

 

Por supuesto, los que abogan a favor de las drogas encuentran en esta teoría un argumentoextra para promover el libre consumo. Mientras que los que están en contra se limitan a señalar que en el estado en el que se encuentra nuestra sociedad actual, quizás hubiera sido mejor dejar los hongos tranquilos por un rato.

Resulta interesante observar que en absolutamente todas las civilizaciones que nuestra especie se tomó la molestia de desarrollar para luego hacer desaparecer bajo el amable manejo de un machete o catapulta, siempre ha existido la costumbre de dedicar un cierto tiempo a rompernos la cara con algún tipo de sustancia mata neuronas.

Los viajes espirituales de los indígenas son ampliamente conocidos gracias a recreaciones fieles dentro de la cultura popular. Pero pocas veces se muestra a otras de las grandes culturas y su falopeo predilecto. Algunos ejemplos notables son:

 

Los Romanos:
¿Quiénes eran? Nuestros queridísimos abuelos culturales, con su afinidad por conquistar pueblos y enrollarse sábanas a modo de vestimenta.
¿Con qué se encajaban?  Vino galáctico. Todos sabemos que los ciudadanos de Roma empinaban el codo con la misma facilidad que la profesora de canto en la escuela. Pero no muchos saben, que también les gustaba mezclar el vino con cualquier hierba, substancia o químico que tuviera efectos psicotrópicos. Supongo que eso nos ayuda a poner en perspectiva que Caligula nombrase senador a su caballo.

Su primer acto de gobierno fue declarar una rebaja impositiva a la alfalfa.

 

Los Chinos:
¿Quiénes eran? Un imperio de asiáticos que inventaron los fuegos artificiales, el kung fu, y construyeron el muro más largo e inútil en toda la historia de la albaliñería.
¿Con qué se encajaban? Cannabis. Toneladas y toneladas de Cannabis. Aunque muchos puedan pensar que la droga mas popular era el opio, lo cierto es que este no se empezó a consumir realmente hasta el Siglo XV. Para ese entonces, los chinos ya le daban al faso tan duro y parejo, que sorprende un poco que entre tantas otras cosas no hayan inventado también el reagge, las rastas y los alfajores bajoneros.

"Hola. Soy un chino con rastas. Tu argumento es inválido"


Los Ingleses:
¿Quiénes eran? Señores muy educados a la hora de conquistar otras civilizaciones e imponerles el hábito de tomar té. Los queremos porque inventaron el fútbol.
¿Con qué se encajaban? Con el opio que le sacaban a los chinos. En el Siglo XIX habían tantas casas de opio en Londres, que no tener alucinaciones era una completa falta de etiqueta sólo reparable si uno lograba desmayarse sobre su propio charco de vómito… y sin nunca olvidarse de dejar el menique para afuera.

Un típico martes en Londres.


Los hinchas de Peñarol:
¿Quiénes eran? Un grupo de nativos de las costas del Océano Atlántico centrados en torno a una religión primitiva y salvaje que exigía sacrificios humanos de las tribus rivales.
¿Con qué se encajaban? Sueños, esperanzas y malas intenciones. Aunque a veces les gusta aderezar con un poco de vino berreta.

Gran Chamán Peñarolteca expulsando al espíritu Colombes.

Eso solo por mencionar algunas de las civilizaciones que más nos han influenciado en los últimos dos mil años. En la amplia mayoría de los casos, el uso de estupefacientes estaba centrado en búsquedas espirituales, no importa si se trataba de un filósofo griego, un chamán del desierto centroamericano o Ludovica Esquirru tratando de pensar pelotudeces para escribir su centésimo octavo libro sobre horóscopos.

Algunos de los usos más habituales de las drogas a lo largo del tiempo han sido…

 

Visiones proféticas: Algunas drogas te hacen pensar mucho… otras te hacen ver elefantes con tentáculos en los ojos. Algunas mezclan ambos efectos y uno empieza a viajar en el espacio/tiempo. El resultado final es una serie de imágenes confusas sobre lo que puede llegar a ser, o lo que fue… o lo que nos podemos acordar de quedarnos mirando el lavarropas durante toda la etapa del centrifugado.

 

Relajarse un poco: No importa si la sustancia de opción es una botella de vino, un porro, o lamer sapos; a veces lo que uno quiere es simplemente aflojar el cerebro y evadirse de las preocupaciones mundanas. Eso puede estar muy bien, excepto cuando se llega al punto de relajarse demasiado y quedarse dormido en bolas en una plaza pública… quizás ese es el momento de contemplar el té de tilo, aromaterapia o simplemente dejar de mirar el noticiero (confirmado de relajar a nueve de cada diez personas).

 

Sacarse las inhibiciones: ¿Tenés menos tema de conversación que un estudiante de contabilidad? Encajáte un ácido, o un par de litros de cerveza, ¡O las dos cosas! Te vas a transformar en el alma de la fiesta, tirando pases de baile impensables, hablando con cualquier extraño y finalmente animándote a darle besos apasionados a esa persona misteriosa que estuvo presente toda la noche. Se recomienda estar cerca de buenos amigos, para que te avisen a tiempo que en realidad estás chuponeando con una lámina de Salvador Dalí.

 

Pensar diferente: La clave de la teoría que mencioné al principio está en esto. Las drogas, sin importar cuales sean, destraban canales neuronales que normalmente no se utilizan demasiado. Uno accede a ideas nuevas, o contempla las viejas desde una perspectiva completamente diferente. A veces, esto sirve para generar grandes trabajos creativos, como la discografía completa de Led Zeppelin, Mozart o Miles Davis. Otras veces, pensar diferente implica estar media hora gritando con tus amigos frente a la puerta de una cafetería que tienen que ser disimulados y encarar, porque sino los van a echar a a la mierda. Acto seguido, todos tienen un acceso de risa que dura cuarenta y cinco minutos mientras el mozo los mira aburrido, hasta que finalmente pueden controlarse para pedirle el café más grande del mundo y la cura para toda la infelicidad del universo…

"Si supiera donde sirven la cura a la infelicidad, ya me habría pedido una ración doble... y unas fritas para acompañar".

Luego habrá que explicarle a la policía porqué no pueden pagar los sesenta y ocho sándwiches calientes y las treinta y seis jarras de café que pidieron para su mesa de cuatro personas. O que al mozo le tiraste un servilletero por la cabeza cuando trató de seducir a tu nueva pareja… al fin y al cabo, no pasaste la noche entera laburandote al cuadro de Dalí para que se lo levante un mozo de cuarta.

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