Manual de supervivencia para fiestas de fin de año

¡Diciembre!

Seamos de la inclinación religiosa que seamos, el año «oficial» termina ahora nomás, en 31 dias. Y se vienen las famosas despedidas del mismo, en las cuales nos atiborramos de comida a más no poder y nos cagamos olímpicamente en la dieta de los ultimos 3 meses y las incontables horas de gimnasio. Yo creo que la gente no hace régimen para estar bien durante el verano y poder salir a la playa sin mostrar la zapán, sino para no morirse de un infarto agudo de miocardio o de una cirrosis galopante producto de la ingesta anormal de turrones y sidra en botella de plástico.

Yo, por mi parte, hace años que deje de preocuparme y me dedico a disfrutar.

Y quiza el mejor tipo de fiesta/despedida sea el que se hace en el propio lugar de trabajo. Es ese momento mágico cuando por una vez uno deja de partirse el lomo laburando para hacer mas rico al patrón y los roles medio que se invierten, y el/la jefe/a se la juega. Obviamente que la guita que le sale la fiesta proviene de los descuentos del sueldo esos con muchas siglas y que no entendemos bien a donde van. El tema es que hay todo un protocolo que se revuelve alrededor de estas fiestas, y si nos seguís todas las semanas (por ejemplo, siendo amigo en Facebook o por Twitter) sabes que no es la primera vez que LVDLM elabora guías prácticas para el uruguayo moderno necesitado de apoyo moral y cívico a cada paso que da en su ámbito social.

Acompañenme(n) pues, en esta, la Guía milanguera para exprimir al máximo la morfi con la que se pone nuestro/a jefe/a a fin de año para justificar el hecho de que te pagan todos los meses el quince.

¿De qué tipo de fiesta hablamos?

Dependiendo de nuestro lugar de trabajo, la despedida del año puede ser una cena show en un chacra con actuaciones en vivo de los mas variados artistas -por ejemplo, un Rafa Cotelo y un Marcel Keroglian para hacer un duo carnavalero; o un Maxi de la Cruz y una Manu da Silveira para hacer un dueto «hijos de», o bien un Fernando vilar para que te tire noticias policiales. A todos ellos y más los podés contratar aca, o bien haces lo que muchas personas van a hacer y me contratas a mí que por el pancho y la coca hasta hago animales con globos para los gurises- hasta las «despedidas» en el bar de la esquina con una muzzarella y una birra.

A los empleados de diosnoslibre.com nos regalan un vale para comer un chori completo en algun carrito de Montevideo

Es importante saber a donde vamos a ir. Cuando la empresa es suficientemente grande, la unica chance de ver a los dueños y/o grandes jefes es en las despedidas, e inclusive ahi, obviamente no va a estar en nuestra mesa (porque a nosotros nos pusieron al lado del baño), pero siempre se puede arrimar uno haciendose el gracioso y realizar una buena felada/cunilingusneada para caer bien y quizá mejorar las perspectivas a futuro. Otra opción sería laburar en serio todo el año pero, bo, no da ¿no?.

También puede ocurrir que la empresa sea de tipo familiar y que sea tu propio/a jefe/a el que hace una pizza casera y cocina unas hamburgas. ¿A qué vamos con todo esto? En que es más fácil comer como un refugiado somalí en las fiestas del primer tipo pero es mas difícil hacer lobby para mejorar ese salario… o que nos paguen al menos.

Temas de conversación

¿Que podríamos hablar con nuestros compañeros de trabajo que no sea lo que hablamos a diario? Sencillo, el diferencial en estas ocasiones es el hecho de que es muy probable que estemos alcoholizados y que ademas nos hayamos vestido distinto para la ocasión. Si usamos siempre uniforme, ahora podremos ver como realmente se visten las personas y confirmar o descartar sospechas (por ejemplo, si la de la recepción es efectivamente harto chango o si el cadete se la come o no). En definitiva, la conversación monótona y de compromiso del día a día se torna en algo mucho más divertido y las significaciones cambian. Si usualmente se conversa sobre la ropa de tal o cual compañero/a, en estas fiestas es mas probable que surja la tematica de sus pechos (en el caso de las mujeres) o de su bulto (hombres)

O las dos cosas, en los ambientes laborales mas "open mind"

También es probable que surjan temáticas relacionadas a la noche y los excesos con lo cual podemos conocer un poco más de nuestros colegas; como por ejemplo que al pibe tímido de la administración le caben las fiestas swinger (Y te acaba de invitar a una. «¿Ah si? ¿y quienes van?» «Y… mirá, si llevas a tu novia somos tres?) o que la muchacha esa prolija gusta de ir a antros roqueros a esnifar merca del escroto de un cantante de banda «indie».

En todo caso hay temas que no se deben tocar:

El sueldo

Es probable que sí existan diferencias entre las remuneraciones de los distintos empleados y esto pueda generar rispideces y momentos de tensión mientras se degustan unos chesangu. Lo mejor es hacerse el/la pelotudo/a y decir que uno gana lo mínimo pero que recibe bonificaciones en tickets alimentación.

Hablar otros compañeros

Es muy fácil cometer una equivocacion a la hora de hablar de un colega a otro co-trabajador, ya sea si a resultan ser palabras de alabanza, porque en una de esas nuestro interlocutor mantiene una relacion de enemistad con el individuo en cuestion y nuestro nombre va a terminar dibujado en el baño al lado de una poronga y diciendo «me gusta», o bien puede suceder que el compañero sobre el cual estamos echando pestes sea el amante secreto de la persona con quien estamos hablando y cuando nos queremos enterar nos agarraron a la salida del laburo y nos cagaron a palos. O sino puede suceder que nos re garquen a la hora de los regalos del amigo invisible. Lo que nos lleva a…

El amigo invisible

Aparentemente, en algún momento, a cierto hijo de puta se le ocurrió que mejoraría las relaciones laborales el hecho de que a fin de año todos tengan que quemarse la cabeza para regalar algo medio decente pero que no pasa de 15o pe a una persona que nos tocó en un sorteo y que quizá ni conocemos. Esa persona probablemente fue la misma que inventó plantar plátanos en Montevideo o los trámites burocráticos en el BPS.

¿Y qué carajo podemos regalar en el amigo invisible? El límite monetario es un problema, no por el hecho de que sea poco: es demasiado. Si pusieran el límite monetario en cincuenta pesos regalábamos todos una caja de puchos o una cerveza. Pero, ponele que entre 150 y 200 pesos no da pa hacer un regalo tan bueno ni uno tan malo. En definitiva, nadie va a recibir algo lo suficientemente útil.

Por ejemplo.

El amigo invisible es la oportunidad que tenemos año a año de reciclar regalos que nos hicieron otros años y esperar que, por favor, este año toque algo medio decente. Como alcohol.

¿Está mal visto regalar una caja de vino?

La respuesta: Si tu trabajo es un lugar de gente de la planta, no.

Atte.

(el) Mansa

(el) Mansa se ocupa de revisar los paquetes de regalos en diosnoslibre.com para revisar que no tengan (poca) droga y escribe regularmente los jueves su columna, La Verdá De La Milanga que tiene una página de Facebook y también está en Twitter.

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