Resulta que tuvimos la visita a nuestro país de aquel muchacho que fue vejado por los hidalgos soldados orientales . LVDLM, orgullosa de su rol periodístico, hizo todas las tratativas posibles y movió contactos en cielo y tierra para poder conseguir una entrevista con el susodicho. Al final tuvimos que tirarle unos descuentos para casas de masajes al tipo, pero aceptó y decidimos encontrarnos en la casa de la Cultura Uruguay – República Dominicana. Porque para el periodismo andamos volando, pero no tanto así para la geografía.
Lo difícil de la entrevista fue que precisamos de la ayuda de un traductor del creole al francés, del francés al castellano y del castellano al pelotudo; que es el idioma que hablamos en Diosnoslibre. Sepan entender si alguna pregunta suena extraña; es que tuvimos que retraducir todo del pelotudo al castellano para esta columna, y el traductor de Google jiede a pedo de vieja gorda.
Hola haitiano, vengo de parte de La Verdá de la Milanga, la página más popular de la internet para el público aficionado a frotarse parlantes de computadora por la entrepierna. Encantado.
¿Parlantes? Bueno, está bien. Mucho gusto. Yo soy Johnny Jean.
Ok, veo a Yon, pero a Yin no lo veo.
No, yo soy JOHNNY JEAN. El primero es nombre, el segundo apellido. Es una costumbre haitiana.
Ya veo. ¿Te puedo decir Cococho? Me siento incómodo hablando con dos personas a la vez.
No, prefiero que me digan Johnny.
Bueno. Che, Johhny…
Digame.
LA GENTE ESTA MUY LOCA
(El haitiano fija su mirada en mí, mira para arriba y suspira. Supongo que quedó impactado con la calidad e imprevisibilidad de mi chiste)
Cococho ¿Te parece si hablamos de asuntos más importantes?
Buena idea. Ya veo que no me vas a llamar por mi nombre. Antes que nada quiero declarar que no voy a referirme a hechos específicos porque se está manejando a nivel legal. Mi abogado me permite hablar de generalidades nada más.
Ajá. ¿Te parece que Evra es un mala leche?
¿Quién?
Evra. El jugador de fútbol. Ese que es… eh… de color.
¿De qué color?
Ehmm… tu color. Oscurito. Pasado de horno.
Soy afro-descendiente sí. No tengo ningún color…
Morocho. Pintado con betún. Grone.
Ya está, ya entendí. No sé quién es Evra, no me interesa. Ahora, respecto al asunto con los soldados… ¿qué estás haciendo?
Quiero hacerte sentir más cómodo para esta entrevista.
¿Te estás pintando la cara de negro? ¿Cómo va a ayudarme eso a sentirme más cómodo?
Si querés, también podemos tocar el tamboril
No te preocupes Cococho, estás hablando con un hermano. Podés decirme negro, no pasa nada.
Yo no tengo porque tolerar esto. Disculpeme señor, pero me siento muy ofendido y voy a tener que irme…
¡Ah! Eso porque en el fondo el racista sos vos. Igual, no te vas a poder ir. Me comí la llave del lugar y vamos a tener que esperar hasta que transite por mi aparato digestivo. Aunque no va a demorar mucho, me clavé un chori con pickles en el carrito de la esquina y creo que tiene ganas de ver la luz en cualquier momento…
Te… ¿Te comiste la llave? ¿Sos enfermo? ¿Tu idea era dejarnos a todos encerrados con ese truco inmaduro y poder insultarme?
No, en realidad me comí la llave por una apuesta con el traductor de pelotudo, pero creo que para él es peor, la tuvo que comer por otro lado. Capaz que me entendés…
¿Es en serio esto? Ah, ya entiendo. Es una broma. Ja ja. A ver gente, ¿me la sacan? Me violaron cuatro soldados y me tuve que venir a este país de mierda para que un imbécil y su traductor me dejen encerrado. Que gracioso.
¡Ah! ¿Así que vos sos ese que violaron los cascos azules? Mirá, yo pensé que eras algún jugador de fútbol que trajo Rentistas. ¿Te podría hacer preguntas sobre el temita con los soldados?
Pensé que esa era la idea.
¿Qué sentiste cuando te violaron?
Impotencia, dolor, humillación. El sentir que por más que estamos en el siglo XXI, puede aparecer cualquier infrahumano con un arma y reducirte a lo más bajo que puede llegar un ser humano.
¿Hubo jugueteo previo? ¿Qué música estaban escuchando? A mí en lo personal me parece que cualquier canción de Barry White es muy romántica.
No, no… ¿qué? NO. Me privaron de mi libertad y me…
¿En serio no pusieron Barry White? Qué poco romántico. ¿Cómo estabas vestido?
No sé, un shorcito, chancletas, una camiseta del Wanderers. ¿Importa?
Y… ¿No se te ocurre que te la estabas buscando al vestirte así? Al final capaz la culpa es tuya.
Lo único más erotizante que esto para un soldado uruguayo es la perspectiva de un golpe de estado
(Johnny mira a su traductor de creole como si hubiera entendido mal. Este a su vez mira al traductor de francés, que mira a mi traductor de pelotudo, que se mira la mugre de abajo de las uñas… por todo el tema con la llave por el otro lado supongo)
Mejor dejemos ese tema de lado. Veo que te pone mal. ¿Qué pensás de Uruguay?
Hasta ahora, teniendo en cuenta todo lo que pasó, no es tan mal0. Salvo los soldados y cierto periodista de Internet, me han tratado todos bastante bien, y creo yo que el problema…
Ta, Cococho, ya está, te dije que lo dejabamos ahí el tema. Dejá de llorar bo, los negros somos más fuertes. Yo te preguntaba si te gustaba la rambla, el mate, chistarle al guarda, ir al bar por unos trucos, todo eso.
Uno, vos no sos negro. Estás pintado… y bastante mal en realidad. Te pintaste los dientes también. Dos: ¿QUÉ?
Lo de los dientes negros debe ser por el chori. O porque no me los lavo. ¿Me decís que no conocés a Rada? Que raro. Es de los nuestros, aunque tiene más huevo que vos. No le molesta que le digan negro. Eh… me parece que estoy sintiendo el sonido de unas llaves viajando por mi colon transverso. ¿Sentiste eso? Bueno, ya que estamos terminando, ¿te gustaría mandar saludos?
Si, claro. Un saludito a Papa Doc que me escucha allá en Puerto Príncipe, y vamo’ arriba que el programa está buenísimo.
Dale, gracias. Aguantá en línea que el operador te toma los datos para participar en un sorteo por una canasta familiar de Red Market.
Atte.
(el) Mansa
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