Textos y arte por Matías Bergara
Amigo internauta que caminas por los senderos de DNL, y que pronto abandonarás tu Liceo / UTU para ingresar a la brillante, elevada y gloriosa Universidad, debes saber que vas a encontrarte con un panorama nuevo y bastante diferente. Esto es, humano, material, intelectual, etc.
Seguramente vuestros progenitores (viejos) os han advertido de esto, como sabiamente hicieron cuando nos disponíamos a abandonar la escuela, la túnica o uniforme, y nuestra mocosa ingenuidad infantil.
Sabrás que estudiarás mucho. Sabrás que conocerás gente de todas las edades, ya no solamente tus pares. Sabrás que tus músculos deportivos se debilitarán, en oposición directamente proporcional al fortalecimiento de los sexuales. Si te desempeñas como corresponde, lograrás el éxito y buenos recuerdos.
Sin embargo… sin embargo, debéis saber que las mujeres, esos seres que acostumbrábais a ver recientemente en vuestro liceo, perfumadas, hermosas, cada vez más en bolas, habrán de ser sustituidas por una nueva especie: la mina adulta.
¿Que qué significa esto? Ja ja !… ahhh, joven paladín, tu ignorancia me emociona y me entretiene. Pero no temáis, no os va a suceder nada malo… simplemente sabed que esto es vuestra nueva vida, y no cambiará… a menos que lleguéis al abominable recurso desesperado de huir de vuelta hacia vuestro viejo liceo y «hacer puerta» en busca de víctimas fáciles. Esto no es de caballeros.
Las minas adultas vendrán en variados tipos y tamaños, pero debes saber y recordar que ninguna morderá ya el anzuelo con la facilidad de antes. Existe una clarísima diferencia entre las minas que veréis en facultades públicas y privadas, siendo el caso segundo más pletórico de «gatos» y «camiones» ultra-producidos… pero notablemente poco capaces de cualquier tarea que incluya pensar, hacer algo bien que no incluya el cuerpo, sensibildad, etc. Algo parecido a un jugador de rugby. En las públicas, os ganan en inteligencia, en recursos, y, sobretodo, en número (dejando fuera los antros de testosterona como facultades de ingeniería, utus de informática – para vos matías – y clubes de fútbol.).
Es en este plano que me voy a centrar. Porque la UDELAR es mi lugar y, seguramente, será el vuestro.
Aunque existan tantas clases de persona como gente hay en el mundo, se pueden hacer algunos «modelos» de mina en base a coincidencias, que ven nuestros ojitos bastante seguido. Producto de mi voyeurismo, cosa muy común entre los dibujantes, es este incompletísima pero muy cierta colección de «minas de Facultad».
CASO 1: Mina «Yenchi».
Poco atractiva, aguerrida, y da color a su discurso con improperios e insultos varios. MUY común de ver. Simpre acompañada de sus pares, su bicicleta y elementos de mate. Asociada a movimientos de lucha política o social de cualquier tipo, es especialmente insufrible.
Si esta es su primera opción, mi buen lector, vaya sabiendo que un negro futuro le espera.
CASO 2: Mina «Winner»
Más una mujer que una mina. También bastante común de ver, pero esta vez hablamos de ligas mayores: tiene dinero, un apartamento, experiencia, etc. Cerca o pasando de los temidos 30. Su perfecto y juvenil guardarropa hace juego con su figura «Cosmopolitan». Su mirada es simpre desde arriba, pero algo hastiada y obscurecida por la nostalgia de la adolescencia perdida.
Una excelente opción, pero sólo para los hábiles y experimentados.
Hay que mantener muy nutrida esa cama, vaya sabiendo.
CASO 3: Mina «MTV»
Comparte lo fulero y obsecuente de «caso 1», pero esta vez compensando con inteligencia, sentido del humor y algún talento artístico. Desordenada pero canchera, un tanto masculina a veces. No hay mucho más que decir, todos conocemos de estas…
CASO 4: Mina «No-Mina»
No exactamente lo que llamaríamos «nerd», pero parecido.
También muy común, posee inteligencia y ambición suficientes para convertirse algún día en un «caso 2». Pero por ahora, nada que ver.
No cuida el aspecto. No le interesa mucho. Mejor estudiar y ganar en todo. Siempre corre y atiende mil cosas a la vez. ¿El cuerpo? Un vehículo para el cerebro, nada más.
No es una mala opción, en definitiva, si se quieren buenos momentos fáciles y bonitos recuerdos. Como Mazinger y los Tico-Ticos Pernigotti. Proceda con cautela, de todos modos. Histerismo muy probable.
CASO 5: Mina «La SAL»
El plato principal. Toda la fuerza del «caso 2», más juventud, soltura y belleza extrema.
Se presenta, para alegría de los masculinos, siempre en luminoso uniforme de trabajo, reveladora falda, perfecto maquillaje y liberando el eléctrico aroma a éxito de una oficina privada importante. Es perfecta y lo sabe, por eso siempre está bien y se lleva con todos.
Desgraciadamente, existe un 99.99% de chances de que ya tenga dueño. Confórmese con ver o mejicanear.
En caso de que NO tenga dueño, vaya con cautela, porque bajo su perfección podría esconderse un monstruo horrible, chiflado y con varios traumas y obsesiones sexuales. HA SUCEDIDO.
CASO 6: Mina «Enigma».
Rara. Muy Rara.
Por alguna casualidad del destino, nunca la oímos hablar, ni sabemos su nombre, ni nada, pero cada vez que la vemos sentimos estar frente a un misterio total que debe ser resuelto.
Mirada extraña, andar extraño, todo muy raro. ¿Será una psicótica? ¿Vivirá en un circo? ¿Será extranjera? ¿Será flaca, o gorda, o qué demonios? ¿WTF??
Si se siente seguro, tírese y vea que hay más allá de Mordor. Por el momento, nada que pueda ser revelado mediante la vista dará pista alguna sobre esta… cosa.
CASO 7: Puto.
Habla y actúa como una mujer, pero no es. Así que manténgase alejado.
En las Facultades hay muchos. No diga que no avisé.
Quedan fuera muchísimos casos posibles, como por ejemplo combinaciones de casos, monstruos, mutantes y dementes. Dejé deliberadamente fuera a las mujeres de más de 40 años, por considerarlas irrelevantes y poco atractivas. Otra vez, si este tipo es vuestra primera opción, poseéis entonces un espantoso y poco esperanzador gusto para con el sexo débil. O, andáis tras una cuantiosa fortuna; si este es el caso, os bendigo y enhorabuena.
En cuanto a las mozuelas que lean este articulillo (las cuatro o cinco posibles), seguramente reaccionarán de maneras diversas, algunas con aversión, otras con diversión, seguramente muchas con ideas de un artículo similar con casos de fauna masculina en facultades. A éstas últimas, les recuerdo que, aunque los hombres no me gustan, podría dibujar algunos siguiendo conceptos ajenos. Pero si consiguen una zagala que lo haga, mejor.
Amén.
CASO 8 – Minas que nunca van a estar en tu facultad.
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