DIOS NOS LIBRE
 
DiosNosLibre.com > Historias > La triste triste historia de un chico que quería un contador (parte II)


LA TRISTE, TRISTE HISTORIA DE UN CHICO QUE QUERÍA UN CONTADOR
PARTE 2: A SOLAS CON ‘THA MAN' __________________________________(leer parte anterior)

por Anatisog






Silencio.

El empleado al otro lado del escritorio me miraba como esperando que diera el primer paso. Ni siquiera un ‘Buen día, bienvenido a OSE, ¿en qué puedo ayudarlo?'. En el escritorio había un pegotín del gremio de funcionarios de OSE y un póster de Humberto de Vargas en la pared de atrás.

“Vine porque quiero instalar un…”

“Contador. Ya sé. Todos vienen preguntando por lo mismo y todos terminan igual”

“¿Con un contador funcionando en sus casas?”

“Con un contador, sí, pero no necesariamente en su casa, y no necesariamente funcionando”

“Pa, entonces vos podés ayudarme a conseguir el contador… de última lo instalo yo”

“No me dicen ‘tha man' por nada, pero perá que te muestro lo que le pasó a los últimos que quisieron instalar un contador”

Sacó un gran bibliorato de uno de los cajones, lo abrió empezó a pasar las hojas. Se detuvo en una y leyó.

“C. M. T., oriental, 44 años. Fallecido por impacto de tapa de inodoro caída de la estación espacial ‘Mir'. P. T. S., oriental, 72 años. Fallecida por empalamiento con un caño de PVC. Z. T. T., oriental, 26 años. Fallecido al caer en una piscina con altas concentraciones de ácido sulfúrico.”

No lo podía creer.

“Entonces, ¿todos los que pidieron un contador murieron de forma horrible y dolorosa?”

“No, no… nadie dijo eso, pero las casualidades y los accidentes ocurren.”

“¡¿Accidente?! ¡A una la empalaron con un caño!”

“Y del tipo de caños que usa la OSE. Pero eso no es importante. Lo importante es… ¿te sentís con suerte pibe?”

“No sé… pero… ¿Cómo se saca un contador entonces? ¿Y la gente que tiene contadores de donde los sacó?”

“Antes la cosa era distinta, ahora el directorio de OSE es francés.”

“Ah.”

“Y en Piedras Blancas hay contadores baratos.”

“Igual, insisto, quiero hacerlo por la vía legal.”

‘Tha man' levantó los hombros, con resignación. O producto de algún tic raro, andá a saber; es empleado público, y en la facultad de medicina todavía no llegamos a estudiarlos. Tecleó algo en su computadora.

“¿Domicilio del inmueble?”

Por miedo a represalias por parte del equipo de saneamiento de OSE no la voy a poner en este relato. Se lo dije.

“Ajá… Hmmm… veamos… no, pornografía geriátrica no… a ver… ah, si, acá esta”

‘Tha man' decía eso mientras ingresaba datos a su ordenador. Yo mientras tanto me puse a observar los alrededores. El resto de los cubículos estaba vacío. En una de las paredes había un póster. Me interrumpió la voz de ‘Tha man'.

“Hmmmm…. Hay un problema, esperá acá que ya vuelvo.”

Solo de nuevo, ví como'Tha man' salía por una puerta y se perdía en las fauces del edificio de OSE. La pucha que soy poeta.

Miré de nuevo el póster, decía:

Pasos a seguir en caso de que un idiota…

Idiota estaba tachado, en su lugar habían puesto ‘usuario'.

…en caso de que un usuario se queje de la turbiedad del agua. Primero, indicar que OSE ya está al tanto del problema y lo va a solucionar a la brevedad. Si el usuario sigue insistiendo, indicarle que se debe a cualquiera de los siguientes motivos:

- La administración del Frente Amplio

- La masonería

- Los asambleístas de Gualeguaychú

- Los productores de ‘El show del mediodía'

- Los inmigrantes bolivianos.

En caso de que el usuario siga insistiendo, derívelo a nuestra “central de quejas” en donde será derivado interminablemente mientras se lo hace esperar varios minutos escuchando algún tema de espera. El usuario finalmente colgará.

‘Tha man' no volvía, así que me puse a jugar a la viborita en el celular. Cuando iba por el nivel 27 volvió. Evidentemente no solo había ido a revisar “el problema” sino que se había clavado una pizza en algún bar. Lo delataba el lamparón de tuco que tenía en la camisa. Eso y que cuando se sentó largó un eructo. Muzza con anchoas, que hijo de puta.

“Mirá botija, el tema es que hay una deuda del inmueble con la OSE, ¿no estabas al tanto?”

“No, adquirimos el inmueble hace poco”

“¿Y precisan el contador porque van a vivir ahí?”

“No, es para poder alquilarlo”

‘Tha man' me miró con cara de orto y masculló algo que sonó como “Encima de pelotudo, burgués…”. Hice caso omiso y pregunté:

“¿De cuánto es la deuda?”

“La deuda asciende a 35.000 pesos. Como no había contador, tu inmueble sacaba agua del contador de al lado. El dueño del contador hizo la gran bicicleta y ahora le deuda es tuya y de los otros tres departamentos en esa pensión”

“¡35.000 mangos! ¡La concha de la madre! ¡como me garcaron!”

“Efectivamente”

“¿Y qué puedo hacer?”

“No sé, a mi no me mires, yo estoy a cargo de los ‘nuevos servicios'. Pero vos querido, vos… sos un moroso”

Puso énfasis en la palabra ‘moroso', como si fuera algo asqueroso, el mismo tono que ponemos todos cuando decimos ‘porteño' o ‘Barney, el dinosaurio violeta'.

Miré el reloj. Las 15:50. Una gota de frío sudor recorrió mi frente. Pregunté:

“¿A esta hora atienden a los que tengamos deuda en alguna dependencia de este edificio?”

“A los morosos solo los atendemos hasta las 15:49. Si, no dice en ningún lado, porque lo acabo de inventar. Mas vale que te vayas, moroso, y vuelvas el lunes a primera hora. Chau, moroso.”

Me indicó la puerta. Me paré y me fui del cubículo 101 y del edificio de OSE. Braulio me miró con cara de orto. Era viernes, y hasta el lunes no iba a tener otra oportunidad. Ese fin de semana me emborraché solo en algún bar piojoso. Porque sabía que tendría que volver, volver… a la OSE

 

Leer Parte 3





.. Opiná sobre esta historia en los FOROS de Dios Nos Libre

Volver a HISTORIAS