ERROR DE CONTINUIDAD
Parte 10: Tenemos que hablar...
por Sokoban
Solo 3 cosas en este mundo pueden llegar a aterrarme más que una criatura "espumi-forme" con la capacidad de devorar edificios enteros de manera silenciosa, y remodelar cajas toráxicas usando el poder de los sonidos de ambiente de una película clase B de los 50'.
Una de esas cosas son las relaciones de pareja. (Las otras dos involucran a Carlos Tate.)
El ser humano, como el resto de los animales que se reproducen de manera sexuada, tiene dentro de su código genético impreso un defecto. Su función es simple, agrega a nuestra lista de prioridades vitales (comer, dormir, matar por deporte, etc.) la necesidad de encontrar una pareja.
La existencia individual de una criatura no se ve afectada por su incapacidad para encontrar un compañero a través del cual perpetuar su información genética. Sin embargo, la existencia del grupo biológico al que pertenece y su futuro dependen enormemente de ello.
"Las necesidades de muchos sobrepasan las necesidades de unos pocos" (Dr. Spock en "Star Trek 2:La ira de Khan").
No voy a decir que este sistema no funciona ni nada que se le parezca. Digo, nos ha traído hasta aquí ¿Verdad?
Admito que en el camino se quedaron un par de participantes realmente valiosos. Como los dragones, los unicornios y los hamsters (los originales, los que no comían carne humana).
Pero todavía nos quedan un par de especies respetables. Miren a las ardillas voladoras, los peces voladores o a los hamsters (versión 3.0, ahora ni siquiera nuestros cielos están a salvo de su antropofagia).
A lo que iba es que el verdadero problema reside en la aplicación de este modelo a una entidad que ha evolucionado hasta el punto que asume la escencialidad del uso de pantalones.
Nuestra mente nos ha hecho amos y señores de este planeta. Hemos explotado el poder del átomo, viajado más hallá de nuestra atmósfera e inventado los implantes de silicona. Por grandioso que parezca nuestro cerebro, la realidad es que interpreta la antigua programación derivada de los instintos de una manera un tanto alterada. La psiquis humana es el subproducto del equivalente biológico de: intentar leer un disco de 5 y 1/4 en una lectora de DVD.
Lo que antes el organismo percibía como un mero impulso reproductivo ahora se vuelve más complejo por así decirlo.
Para ser lo más claro posible usaré una analogía utilizada actualmente en salones de clase en escuelas de todo el país.
El nuevo sentimiento es algo cercano a que alguien halla arrancado un 45% de tus órganos internos. Luego introducido en una bolsa plástica y engrampado a la espalda de otro individuo. Tu mismo tienes engrampada en tu espalda una bolsa con órganos internos tambien.
A continuación el individuo antes mencionado es liberado dentro de la población en general, entre otros en su misma condición. Ahora tu tarea es (si decides aceptarla), embarcarte en una travesía que podría llegar a durar eones en busca de la persona con las partes faltantes de ti mismo.
Mietras dure tu viaje no serás más que una masa incompleta de partes que apenas te sostienen día a día.
Te queda solo medio pulmón así que cada bocanada de aire es arrebatada de tu alrededor de manera agónica.
Tu pobre excusa de sistema digestivo te mantiene en un ciclo interminable de estados diarréicos intercalados con estados de extremo estreñimiento. Sin mencionar que durante todo esto la sola noción de alimentos sólidos te induce a vomitar partes de tu propio estómago, debido a que poner comida dentro de ti por vía oral es algo del pasado.
Tienes tanta energía para mover sangre por tu sistema circulatorio que tus glóbulos rojos abandonan su usual estilo de vida nómade y establecen comunidades en tus venas y arterias dándote un saludable color azul cobalto.
Eres tan resistente a infecciones, cambios de temperatura de más de medio grado centígrado o emociones fuertes que deberías abandonar por completo la idea de vivir en el mundo exterior y sencillamente pasar el resto de tu vida dentro de una burbúja de plástico.
A medida que buscas lo que te falta para estar completo nuevamente encontrarás en tu camino otros con bolsas de órganos internos engrampadas en su espalda que no te corresponden. A pesar de que sabes que estas partes no son las indicadas para ti, intentarás estúpidamente hacer que tu organismo funcione de manera provisional con lo que has encontrado. Después de todo nada puede ser peor de como estabas ¿Verdad?
Equivocado.
Tu cuerpo simplemente rechaza los elementos extraños (porque simplemente te odia, no porque tu sistema inmunológico halla dejado de estar fuera de servicio) y es solo cuestión de tiempo para que seas reducido a una situación aún más delicada que la original.
Según la experiencia nos dicta, intentarás este tipo de truco docenas de veces a lo largo de tu vida. Hay individuos que incluso realizan un compromiso consciente y terminan pasando el resto de sus vidas con el juego de órganos incorrecto tan solo para evitar la agonía de la búsqueda.
Si crees que esto es lo peor que puede resultar estás equivocado nuevamente. Lo peor que podría suceder es que de hecho encuentres tu bolsa llena de órganos internos.
Porque, verás, yo jamás dije que la bolsa en tu espalda cargase la colección de partes que le corresponde al portador de tus órganos.
Si, ciertamente es una vida maravillosa.
¡Cállate!
Es tan triste ver a un hombre adulto llorar. Más aún cuando éste esta usando un traje espacial plateado.
No pasaron más de 30 segundos desde que salimos del refugio improvisado a través de capas de criatura esponjosa que Matalobos decidió ponerle fin a su relación con el llorón de plata.
De hecho la mayor sorpresa para mi había sido la existencia de dicha relación. Tan solo sabía que se acostaban juntos, algo totalmente dentro del protocolo de cualquier secta apocalíptica que se respete.
¿Te importaría decirme que estaban haciendo tu y el selecto grupo de miembros de tu culto antes de que sucediera todo esto?
La bodega ahora se encontraba cubierta por los restos blanquesinos de nuestro atacante. Su tamaño parecía haberse multiplicado varias veces abarcando la totalidad del lugar incluso derramándo parte de su masa sobre la calle de enfrente y los edificios adyacentes.
¿Qué parte de "esto no es un condenado culto" no entiendes imbécil?
Tal vez la parte en que se reunían de manera clandestina en una bodéga abandonada en antelación al fin de los tiempos contigo vestido como un profiláctico de platino.
Sus ojos aún húmedos. Su voz quebrada. Su capucha dorada ya no transmitía la seguridad propia de un sujeto con el valor para liderar a un grupo de personas vestido de una manera tan ridícula.
La razón del rompimiento me era tan familiar que casi sentía empatía por el pobre infeliz.
No era él, era ella.
El grupo no estaba diseñado alrededor de ninguna filosofía idólatra. La unidad se formó a fines de la década del 90' para enfrentar los hechos sucedidos en el verano del 98' en Kibuye, Rwanda.
Sin lugar a dudas había que felicitar a la chica por su sentido de la coordinación de los eventos.
O tal vez tan solo había buscado una oportunidad para decírselo y la experiencia cercana a la muerte le hizo recordar que tenía algo pendiente desde hacía un rato. Personalmente toda esta experiencia me recordó que tengo que pasar a buscar lo que queda de mi auto del mecánico.
Tan pronto recuerde con que mecánico lo dejé.
Lo que a la noche inicalmente fue reportado como un brote de actividad tectónica inusual debajo del lago Kivu se convirtió en unas horas en una catástrofe de dimensiones bíblicas.
A la mañana siguiente los habitantes de las orillas del lago yacían muertos en sus camas, en la misma posición que adoptaron el día anterior al irse a dormir.
Cientos de personas muertas, ganado, mascotas, peces dorados. Todos muertos.
Escuché un ligero gemido y ni siquiera me esforzé en buscar al responsable. Existe un límite de tiempo para el cual ver a un astronauta llorar es gracioso.
Si, lo recuerdo. Según recuerdo un burbuja de dióxido de carbono atrapada en el fondo del lago fue súbitamente llevada a la superficie debido a algún hecho fortuito. Un deslizamiento de rocas dentro del río tal vez.
El dióxido de carbono ahogó a todos en un radio de varios kilómetros a la redonda del lugar de la liberación del gas subterráneo.
Para este tipo de cosas se inventó Discovery Channel. Bueno, para esto y para ver realities que involucran autos personalizados.
Esa es una versión de los hechos, la equivocada.
Lo que en realidad mató a esas personas es algo que nadie había visto en más de 100 años.
Me pregunté si la persona de la que hablaba era la misma que en ese momento estaba limpiándose la nariz con la manga de su pijama plateado.
"La última persona en verla hace un siglo atrás....
...fui yo."
Parte 11: Axy Salva el Mundo |