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LA TRISTE, TRISTE HISTORIA DE UN CHICO QUE QUERÍA UNA .COM.UY
PARTE 5: En la Punta de la Aguja
por Rod F

Julio 30, A unos metros de la Torre de las Comunicaciones – 2:30 PM

Estaba equipado, armado y ya había repasado mi estrategia personal para la ocasión. Era inútil darle algún tipo de instrucciones a Lock y Lol porque, claramente, eran profesionales. Mi misión en el momento era infiltrarme por el subterráneo a la torre y permitirles el paso por la entrada principal a mis compañeros para que ellos hicieran el trabajo sucio y yo me encargara del jefe quien se ubicaba en una de las oficinas de los pisos más altos del edificio. Entrar solo por la puerta principal era una misión suicida ya que se trata de un túnel de viento. El aire de la rambla se acelera en el estrecho pasadizo hacia la puerta entorpeciendo la pasada de quien intente caminar. Los vidrios de esa parte son polarizados por lo que desde adentro pueden observar tu agonía contra la ventisca, quedando completamente descubierto en nuestro caso. Debía limpiar el sector de esa entrada para que Lock y Lol entraran sin ser descubiertos.

Volví a contactar a Jennifer el día anterior para que me proporcionara con algunas claves de acceso, como la del estacionamiento subterraneo. También me largó los horarios de entrada de algunos de los mano-derecha del jefe máximo por lo que podría obtener más información a través de ellos una vez adentro y limitando su espacio al lugar de descanso de vehículos.

Un Citröen Xsara blanco venía con toda la intención de abrir el portón hacia el subterráneo, me escondí y esperé hasta que no me pudiese ver para seguirlo hacia abajo. Una vez abajo recé por que tuviera alarma su auto. Refugiado atrás de una Hilux esperé pacientemente por el sonido de la alarma activada.

*Bip*

Fuiste… Conocido ya por mi capacidad de imitar sonidos extraños pude lograr el ruido de esa alarma para que pareciese que la había desactivado.

*Bip Bip* emití desde lo más profundo de mi garganta…

El dueño, personaje de traje y un sobretodo oscuro, pareció extrañado por un segundo. Sin cambiar de dirección hacia el ascensor levantó su mano derecha donde tenía las llaves del auto y apretó el botón.

*Bip Bip* - aproveche el sonido de su Xsara para acercarme paralelamente a su posición entre los autos, resguardando mi silueta atrás de un Corolla. El hombre no lograba entender porque se desactivó dos veces su alarma. Esta vez inmóvil de su posición, giró para ver su auto y volvió a apretar… debía recurrir al más fatídico y desconcertante sonido emitido por una alarma de auto…

*Bip* - *Bip Bip* - Mi diálogo con la alarma fue ejecutado maravillosamente, había logrado el ‘triple bip'… Por mucho que uno conozca a su auto nunca sabe que hacer cuando suena tres veces el sonido de activación de la alarma por lo que el personaje de traje, completamente desorientado, se dirigió con paso acelerado hacia su auto. Vi la sombra de sus pies desde debajo del Corolla y me escabullí por su espalda. Antes que notara mi presencia logré adormecerlo con una servilleta con algún líquido que cumpliera esa función. Como nunca me acuerdo el que usan en las películas me tuve que limitar a usar Agua Jane.

Me llevé su maletín, su saco y sus pantalones de vestir. Me quede con mi remera que decía ‘Me Cago en Antel' y mis championes puestos. Me puse mis lentes de sol y me disponía a subir para limpiar la entrada de mis compañeros.

Una vez dentro del ascensor miré la hora. 2:47 PM. Oh no! Habíamos quedado en que si no llegaba a las 2:45 al lobby ellos recurrirían al Plan B… Solo Dios sabe que puede ser el Plan B de esas mentes maestras.

La voz pregrabada como la del ascensor del Cine del Montevideo Shopping me informaba que las puertas se estaban abriendo, yo me encontraba frente al espejo sacudiendo un poco de polvo del saco con mi mano. La primer imagen que vi reflejada tras la apertura de las puertas fue la de un VW Gol color azul andino que venía inclinado y a una altura considerable en dirección hacia el vidrio de la entrada. Para cuando giré para ver el evento directamente el vehículo ya estaba acompañado por una lluvia de cristales y la gente comenzó a esparcirse hacia el perímetro del lobby. Una frenada en secó que hizo que el auto girara por inercia un par de grados más concluyó con la brutal entrada. Dos siluetas dentro de éste se esparcieron. El acompañante se movilizó hacia el asiento de atrás mientras que el conductor pasó al asiento del acompañante para luego salir por esa puerta para usar el auto como escudo ante cualquier ataque de proyectiles. La segunda silueta accedió a la valija del vehículo desde su ubicación y se escondió ahí. Para ese entonces mi compañera electrónica comentó ‘Este ascensor esta libre' por lo que procedí a bajarme ya que lo interprete como un mensaje subliminal de ‘Bajate flaco que estorbás'.

Los agentes de seguridad del edificio se acercaban sigilosamente al Gol y no se percataron de mi presencia. Los fueron rodeando en un semi-círculo por lo que la primera silueta se mantenía completamente refugiada atrás del auto. El atrincherado personaje lanzó lo que parecía ser una bomba brasilera. *Bang* - ‘Oh yeah! Kneecap!' se escuchó como grito de victoria del agresor. Lock. Me dije a mí mismo.

Tres otros guardias con macanas en mano no se afectaron por la agonización de la rodilla de su compañero y mantuvieron su dirección hacia la parte trasera del auto. Un grito de guerra levemente silenciado por la carrocería del auto se escucho desde adentro: ‘ a dar, A DAR!!!' – es Lol. El auto pareció agacharse en su parte trasera, como si éste fuera a saltar, solo para revelar que se trataba del mismísimo Lol quién abrió abruptamente la valija del auto y con una metraca en mano empezó a repartir. Cayeron los tres infelices que se acercaban. Los demás restantes no pudieron evitar dirigir su atención hacia esa zona por lo que Lock saltó de su escondite y rodó por el frente de su auto al mejor estilo ‘Dukes Of Hazard' para usar una pistola y neutralizar a sus despistados enemigos. ‘Oh, está lurias!' se escucho decir a Lol una vez amainado la amenaza.

Me acerqué a mis compañeros. ‘M16A1 como el de Scarface ' me presentaba a su arma Lol. ‘Desert Eagle .50, Oh yeah!' introdujo Lock a la suya. ‘De donde salieron esas armas?!'. ‘Charlie', contestaron al unísono. Una sonrisa se dibujó en mi cara. Nunca se debe subestimar a los contactos de Charlie.

Nuestro encuentro fue interrumpido por estruendoso sonido. Provenía del ascensor… por lo menos de donde supuestamente estaba antes. Las puertas estaban abiertas pero el ascensor se había caído. Alguien había cortado las cuerdas. Sabían que estábamos aquí. Mire alrededor y noté una cámara de seguridad. Hice un gesto para sacar mi fiel palo de hierro de mi mochila pero Lock se me adelantó disparándole al Gran Hermano.

Seguiríamos con lo planeado de cualquier manera… solo que yo iría en el ascensor de carga el cual todavía se encontraba vivo. Lock y Lol irían por las escaleras destruyendo todo a su paso para que así las defensas de los pisos inferiores se enfocaran en ellos y me dejaran el terreno libre a mí en los superiores. Debía llegar al piso 22. Ahí se ubicaba la oficina del manda-más. Mr.Curro himself . Marqué los dos patitos…y esperé.

A mitad de camino un sonido de generador electrico muriendo inundó mi pequeña capsula de transporte, frenándola por completo. 8vo piso… Dios no… será este aquel piso donde están esos seres horribles y sub-humanos? Clavé mi palo en la división de la puerta he hice palanca para liberarme. Congelado en mi postura fui recibido por un cartel que me informaba de mi trágico destino.

  ‘Piso 8
<- Baños
-> Sala de Operadores del Servicio Telefónico 0800'

No! Operadores. Ya tuve suficiente hace días con sus conversaciones por teléfono, no me quiero molestar en verles la cara, aunque podría demostrar mi teoría de que varios de ellos constan del doble de volumen que mi persona.

A pesar de haber hecho un escándalo al abrir la puerta no fui recibido por ninguna fuerza opuesta dispuesta a detenerme. Mantuve la guardia mientras me movilizaba por el piso en caso de que esperarán hacerme una emboscada, de lo contrario Lock y Lol estarían haciendo una excelente labor. Llegué a la sala, era presa fácil de estos seres. Maldición, hice contacto visual con uno de ellos. Sí, es el doble de mi tamaño, 10 puntos para mí . Momento, me está mirando y no ha hecho nada al respecto… sin perdernos de vista mutuamente vi que se removía sus audífonos/micrófono, la patética tiara que identificaba claramente su posición en la escalera corporativa. Sus ojos miopes cubiertos por gafas gruesas no eran los únicos que me observaban, todos estos especimenes comenzaron a levantarse de sus asientos y se hicieron notar por sobre sus cubículos. Sin embargo… no se movían de su lugar… Por qué? Podían neutralizarme de manera rápida y simple atacando en grupo. A medida que uno se empezó a mover, los otros comenzaron a reorganizarse. No parecía una estrategia de ataque, sino más bien defensiva… Como si el terreno estuviera en su contra.

Hice un gesto para alcanzar una granada casera de mi mochila. Mi potencial atacante se volvió a inmovilizar. Seguí mi procedimiento acelerándolo de a poco hasta tener la granada en mi mano. Mi atacante volvió a su cubículo y sus compañeros se volvieron a reorganizar rápidamente… Creí sentir un cierto temblor en el piso. Supuse serían las vibraciones de la reacomodación. De pronto desde la otra punta una de las tiaras audífonos/micrófono (de las cuales me referiré ahora simplemente como ‘tiaras') se abalanzaba hacia mi persona como un boomerang. En su otro extremo, sosteniendo el cable, se encontraba un operador. La tiara me abrazó del cuello, así como lo haría un DJ, de la otra punta jalaban para que volviese a su dueño. Activé mi granada antes de caer al piso por la fuerza y la lancé al origen de mi hostilización. ‘Maniobra Defensiva H! AHORA!' Creí escuchar. Sentí la vibración en el piso nuevamente y vi por debajo de los cubículos a una infinita serie de siluetas moviéndose despavoridamente. Contrapeso! Será posible?! .

Me encogí en el suelo para cubrirme de la explosión. Uno de los operadores fue alcanzado por el golpe y voló. Los otros no tuvieron tiempo de reaccionar para asumir una nueva posición. Contrapeso! Se desplomó a unos metros de mí. El piso vibró nuevamente…pero ocurrió algo más. Contra… opa! SE INCLINA LA TORRE , FLACO! Me incorporé enseguida y me balancee un poco. La Torre De Las Telecomunicaciones se estaba inclinando por culpa de sus débiles cimientos. Los operadores se ve que tenían marcadas ciertas estrategias de posicionamiento de acuerdo a lo que estuviese ocurriendo en su piso. De no mantener una densidad de pesos uniforme la torre se inclinaría en algún sentido. Por eso no me movían a menos que yo lo hiciera! La torre se inclinó en el otro sentido ahora, para volver a estar nivelada. Los operadores se habían distribuido de forma de lograr esto…

No valía la pena seguir perdiendo el tiempo con ellos, ya estaban condenados a mantenerse en este lugar con sus movimientos limitados. Lentamente me dirigí hacia la escalera, rezando porque las defensas de los pisos superiores ya hubiesen sido distraídas por mis compañeros de equipo, aunque todo este tambaleo seguro le llamó la atención a la gran mayoría. Los operadores fueron reasumiendo su lugar en los cubículos a medida que me alejaba, maldiciéndome mientras caminaban. Fue la coreografía más bizarra que presencie en mi vida.

En la escalera se escuchaba el eco de tiroteos en los pisos inferiores y camuflado entre esos ruidos se escuchaba la risa demencial de Lol. Aceleré el paso para llegar a mi destino antes que reaccionaran las defensas de otros pisos por lo acontecido en el 8vo. Era la clásica escalera de hormigón, diseñada en zig-zag. Piso 16, dupliqué mi avance. *SLAM!* La puta… Se escuchó la puerta de un par de pisos atrás abrirse de una patada. Me habrán visto?... opa! SÍ!! RAJÁ FLACO! No había tiempo que perder. Ya empezaba a anochecer después de todas las vueltas que dimos dentro del edificio. 5:54 PM … y el demente del tiempo dijo que iba a haber tormenta… Dios, sigo sin entender porque llevaba puesto un sombrero mexicano ayer… 19, 20, 21… Ack! Detalle: Seguía con la tiara colgando de mi enfrentamiento con los operadores, se ve que el cable estaba al alcance de mis acechadores por que sería la única forma de explicar el tirón que sentí en el cuello. Pude agarrar los audífonos y con un rápido gesto pude sacármelo.

Eran fácil 10 monos … iba a tener que hacerlo, no por nada le saque la batería a mi Ford Fiesta y la llevaba conmigo en la mochila… sin pensarlo dos veces conecté los dos diodos que provenían de la fuente de energía portátil y los coloqué a extremos opuesto de mi reloj. Dale bebé, sos reloj antimagnético, algún tipo de campo tendré que generarte con esto... Solté la tiara y aproveche el momento en que los zánganos se recuperaban de la caída por haber seguido haciendo fuerza . Besé en el costado que tenía grabado ‘Vektor' mi fiel palo de hierro. Cerré mi puño izquierdo y con un switch casero cerré el circuito batería-reloj. Me mantuve así hasta que la fuerza repelente del reloj casi me arranca los dedos para hacer volar al palo. Un ruido sordo como de una nalgada bien puesta noqueó a mis contrincantes definitivamente. Cambié la polarización para recuperar el palo que se encontraba pegado contra la pared y de yapa recuperé la tiara.

Camino libre. Piso 22… No era el último piso, era un piso con solo una oficina. ESA OFICINA! Sabía que había llegado hasta aquí, eso es seguro. Me estaba esperando… no quise alargar su espera… ni mucho menos su futura agonía.

Abrí la puerta… sala amplia a media luz, escritorio, sillón de cuero de espaldas atrás de él. Humo… humo de habano, el olor del cuarto lo sugería. Provenía de la silla… a la altura del apoya-brazos se podía apreciar un codo… Era él sí… Mr. Curro himself… Aparentemente observada por su ventanal el cielo que rompería a llorar en pocos minutos. Por el ventanal se accedía al helipuerto de la torre, a mitad de camino de la punta de La Aguja. Luz … un rayo… “Tormenta de las buenas se viene, je je je” dijo… sin molestarse en mirarme se mantuvo dándome la espalda desde su sillón. Extendió su brazo para llegar al cenicero sobre su escritorio y fulminar su habano. Anillos, muchos anillos, de esos dorados con piedras preciosas de colores básicos encima. El trueno respondía ahora al flash de hace unos instantes.

“Lamento decirte que no podré atenderte, chico”
”Me parece que no tenés opción”
Rayo… se sentían las primeras gotas de la tormenta

Se rió entre dientes para luego soltar una carcajada demencial que congelaría la sangre del mismísimo Chuck Norris. Esta última parte fue acompañada por el estruendoso sonido de la contestación natural del rayo. Me acerque con pasos fuertes hasta el escritorio, levanté mi pie y luego lo deje caer como guillotina sobre la mesa resquebrajando el vidrio que se encontraba sobre ésta. Había que hacerle notar a este estúpido que no estaba jodiendo. Volví a mi posición erguida normal esperando a que se volteara para una conversación cara a cara.

“Nunca me gustó ese vidrio la verdad… Ya mandé a pedir una mesa de mármol, JA JA JA JA JA!” – y mientras reía finalmente se dignó a voltearse con su silla. Era gordo… de traje, elegante traje... apoyó sus codos violentamente sobre la mesa como para terminar mi redecoración de su escritorio. La tormenta se había desatado ya… cortinas de agua se podían apreciar a su espalda. Cortinas que bailaban de forma horizontal con la velocidad del viento en esta altura.

“Lamento decirte que NO podré atenderte… chico “– esta vez con una sobradora lentitud y énfasis en la negativa. Empuñe a Vektor… y me puse en posición de ataque. Mi enemigo se reclinó en su silla, relajado. Se me fueron desorbitando los ojos al notar que presionaba un botón al costado de su escritorio. Que cosa horrible va a pasar por el amor de D?… Interrumpido en mi pensamiento por el sonido de turbinas de avión… Asiento eyector? En una oficina! Pero no esta levantando vuelo… está eyectándose hacia atrás!! Hacia el helipuerto!!! Rompió el ventanal en el proceso y el viento de la tormenta invadió la oficina. Reaccioné espásmicamente y le lancé la tiara. Logré atraparlo de la muñeca. “A no, no te vas dogor!!!”.

Empapado completamente en pocos segundos por la tormenta me aferré al cable. No era un cable cualquiera, estaba diseñado de gusto para aguantar grandes pesos y poder hacer fuerza para este particular uso. La trayectoria de mi enemigo adquiría la forma de una parábola. Estábamos levantando vuelo…

“Todavía no entendés como funcionan las cosas aquí, extranjero! SI NO TENÉS CURROS NO SOS NADIE!!!” – Lo dijo tranquilamente como si no hubiera notado que estaba colgando de su silla. “Vamos a ver que opinás del pararrayos “palmera” de nuestra torre” – y dirigió a su ‘sillón jetpack' hacía la punta de La Aguja …. Ya no podía disimular que mis pies no llegaban a tocar el piso… estaba colgando… y mirar hacia mi oponente se hacía cada vez más difícil por la lluvia en mis ojos. “Te explico como viene la mano… el pararrayos palmera no es un pararrayos en realidad… Desvía los rayos… pero con un pequeño ajuste… todo se arregla para que no nos vuelvas a molestar más” – con un botón la palmera se fue desformado hasta adquirir la forma una parabólica… concentraría todos los rayos en el foco y quién sabe lo horrible que podría ser eso. Más horrible aún para mi ya que me dirigía justamente hacia ese foco. El sonido de las turbinas del sillón parecía llenar el espacio. Pero a medida que me acercaba a mi fatídico final atrás de la torre se pudo apreciar un avión… el cual se ascendía verticalmente… Un avión de caza Harrier!! EN URUGUAY!? COMO CARAJ..?
Me imaginé que sería para que mi atacante se escapara una vez terminado el trabajo sucio. La expresión en su cara decía lo contrario. Lo pensé de nuevo… volví a mirar al avión… tenía dibujado a un costado a Betty Boop y debajo de la pin-up girl, con un tipo de letra parecido al de Coca-Cola, decía ‘Charlie'. Si no tenés curros nos sos nadie, dogor!!


- El Harrier de Charlie, por Cacho_LaGarza


Un abrupto movimiento de la silla me dijo que le habían disparado desde el avión a sus turbinas. Caímos en espiral lentamente. Quién quiera que haya hecho ese tiro sabía donde hacerlo sin que ninguno de los dos muriera en el proceso. Me solté del cable poco antes de caer en el helipuerto. Mi oponente saltó de su asiento antes también… Nuestro trasporte estalló a unos pocos metros cuando aterrizó. Mr. Curro se dirigió hacia as barandas, sin saber que el Harrier lo acorralaría con sus motores verticales en los costados. Solo podía escapar hacia delante, pero ahí estaba yo… levantándome de a poco. Para cuando recobré la compostura me estaba apuntando con una pistola. “Tenías razón, gordo hijo de puta… Si no tenés curros... no sos nadie. Tenés que admitir, que te vencí con algo que supuestamente manejas vos diariamente. Tuve un mejor curro.” Y antes de que reaccionara a disparar le partí la cabeza con mi palo. Quedó completamente atontado… y comenzó a caminar sin sentido… lo seguí de cerca… se apoyó en la baranda nuevamente… sin posibilidad de escapatoria nuevamente…” Lo siento chico pero se te cayó la conexión” – le dije… y se dejó caer al vació…

 





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